Relatos frente a las vías.
Lo oyes por primera vez: la avaricia rompe el saco.
Y piensas: la avaricia romperá el saco. O: la avaricia podría romper el saco.
Pero no, lo cierto es que la avaricia rompió el saco. Y el saco ya está roto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario