domingo, 25 de noviembre de 2018

Lo que teme el tiempo

Cualquiera que conozca la pirámide de Maslow se puede cuestionar, y no sin razón, por qué es una pirámide y no, por ejemplo, un cubo. O un círculo. O cualquier forma del todo irregular.

Hay una cierta razón para ello. Imaginemos que fuera al revés y colocáramos el vértice superior donde suele estar su base: poco se sostendría si le diéramos la vuelta.

Un círculo podría resultar bastante mareante ante cualquier impulso externo. Tal vez un cuadrado fuera más sensato, pero todos saben que la forma más estable es el triángulo, la pirámide.

Si distraemos nuestras atención del contorno y para centrarla en el contenido podemos advertir como entre las diferentes maneras de entender y vivir la vida de cada persona se pueden dibujar perfiles significativamente diferentes.

Pero todos con una forma que, aunque se vaya transmutando, les permita permanecer en el tiempo, ese tiempo que dicen teme a las pirámides.